Hoy, es 22 de junio, un día en el que hace tres años, probablemente, tanto usted como yo, estuvimos de pie viendo los penalties contra Italia. En definitiva, viendo como España rompía de una vez la maldición de cuartos. Esta tarde, el partido de la 'rojita' no se quedó atrás.
El partido
La semifinal se presentaba como un mero trámite visto el juego que nuestra selección había desplegado durante todo el campeonato. Bielorrusia, el rival, había llegado 'de rebote' tras dos derrotas ante Suiza y Dinamarca y una sola victoria ante Islandia.
Aun así, todas esas estadísticas y predicciones se rompieron cuando corría el minuto 38 de la primera mitad. El bielorruso Voronkov, enganchaba una semi-chilena con suerte que se acabó convirtiendo en un golazo una vez se había introducido en la portería de De Gea, tras dar en el palo izquierdo de la misma. A partir de ese momento, se presentaba un partido de constantes ocasiones para España pero la mayoría se estrellaban contra la doble línea defensiva del
rival.
Todo fue así hasta el minuto 89. Los bielorrusos celebrando ya su pase hasta el final, no contaban con el "factor Adrián", un jugador que llevaba 3 goles en el torneo. El deportivista recibió un pase de Jeffren y consiguió darle al equipo el ansiado gol. Desde ese momento y hasta el final del tiempo reglamentario, los dos equipos ya pensaban en la prórroga.
La prórroga
A partir de este momento, el panorama había cambiado, España jugaba como quería en busca de la final y el gol sólo era cuestión de esperar. Llegó al borde del cambio de campos y fue obra de nuevo del magistral Adrián (con este, 5 goles en 4 partidos). La segunda parte fueron ya minutos de celebración, culminados con el mejor tanto del partido, un tiro de Jeffren desde el borde del área.
Me gustaría destacar también la labor de Javi Martínez en el centro del campo y la valentía del joven Muniain en cada uno de los balones sueltos.
El premio: Londres 2012
A pesar de que ahora mismo la selección sub-21 cuenta con mucho más apoyo que hace unos años, este partido hubiera sido uno más de no estar en juego la clasificación para los preciados Juegos Olímpicos.
España, campeona del mundo con la absoluta, había faltado a esta cita en Atenas y en Pekín. Su última aparición trajo consigo una medalla de plata frente a la Camerún de Eto'o. Ahora, en Londres, tenemos la mejor oportunidad de reivindicarnos futbolísticamente hablando.
Para mí, este es el mejor premio, sobre todo para los chicos que van a descubrir la experiencia de convivir el la Villa Olímpica. Y si hay suerte, seguramente aporten un metal, cosa que no vendría nada mal de cara a superar el récord de medalla de Barcelona 1992.
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