jueves, 22 de septiembre de 2011

Dos orejas y puerta grande para los toreros del tenis español


Grandes protagonistas de la 'Edad de Oro' del deportes español, los tenistas de la Copa Davis, nos han dado ya unas cuantas alegrías desde que pioneros como Alex Corretja, Albert Costa -actual capitán- o Juan Carlos Ferrero, abriesen la veda. Ahora, 11 años después de ese primer título logrado en el Palau Sant Jordi, las cosas van mejor que nunca. Temporada tras temporada, solo se puede decir que todo va a mejor.

La Copa Davis de 2011 lo recordaremos entre otras cosas, por el famoso 'Austinazo' en Texas, eliminatoria que pasará a los anales de la historia. Los siempre inteligentes 'yanquis' diseñaron una pista ultrarrápida, única y exclusivamente para pasar de ronda. Pero, una vez más, los jugadores, verdaderos jueces de estos torneos, decantaron la balanza a nuestro favor. Un inmenso Feliciano López frente a Mardy Fish y las victorias de David Ferrer ante el propio Fish y Roddick, fueron los tres puntos que nos dieron el billete a semifinales. Únicamente los hermanos Bryan, el mejor 'doble' de la historia, nos hicieron mella en la tarde del sábado. Francia, esperaba en la penúltima fase.

Fue este fin de semana, en la plaza de toros de Córdoba, las banderas nacionales y un público volcado daban color las semifinales frente a nuestros apreciados vecinos. El primero en aparecer, fue Rafa Nadal. De verdad os digo que hay que arrodillarse ante este señor que, después de uno de los partidos más duros frente a Djokovic en el Open USA y tras un vuelo chárter, se plantó en la ciudad andaluza para jugar ante Richard Gasquet... El resultado, apabullante, 6-3/6-0/6-1 en poco mas de 2 horas de juego. Esto es 'abrir la lata' con fuerza, lo demás son tonterías.


El siguiente héroe de la jornada vespertina del viernes, se trató de David Ferrer, que de nuevo volvía a dar todo de sí en este torneo. Su partido frente Gilles Simon, 6-1/6-4/6-1, otra obra de arte para enmarcar. Por otro lado, el sábado de dobles nada tuvo que ver con los dos primeros encuentros. Nuestra pareja habitual, Feliciano López-Fernando Verdasco, fueron apalizados (1-6/2-6/0-6), por un motivado Jo-Wilfred Tsonga y Michaël Llodra. Afortunadamente, esto solo fue un espejismo para los franceses.

El domingo, día festivo por excelencia, nuestro torero particular, Rafa Nadal volvía a saltar al ruedo. La bestia Tsonga en frente, pero detrás, una España que apoyó como nunca a su ídolo, esto era pan comido. Desde el principio, el manacorí no le dio respiro y con un 6-0/6-2/6-4, finiquitó el partido y de paso la eliminatoria. Los tenistas españoles volvían a cantar eso de "Pasan los años, pasan los jugadores,..." y por supuesto, salían de nuevo por la puerta grande y con dos orejas más en el bolsillo.


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