El hombre más rápido del universo sobre dos ruedas, ha impuesto su ley. Después de 20 etapas en el Tour de Francia, 7 en el Giro de Italia y 3 en la Vuelta a España, además de una Milán-San Remo, el británico a conseguido una de las metas que le faltaba: ser Campeón de Mundo. Lo ha logrado en un soleado día en Copenhague, sobre un circuito de 266 km y en un sprint muy disputado. Por su parte, España se queda otra vez sin medallas, Freire se ha quedado noveno y encerrado en la llegada. Una pena.
Pablo Lastras en la escapada del día
La carrera comenzaba alrededor de las 10 de la mañana, los nuestros, mentalizados y preparados para proteger a su líder, Óscar Freire, durante toda la carrera. Tras unos primeros kilómetros de tanteo, se formó una escapada que duraría mucho tiempo, los protagonistas fueron Roux (FRA), Kangert (EST), Chuzdha (UCR), Iglinskiy (RUS), Kiserlovski (CRO) y el vencedor de etapa en la Vuelta, Pablo Lastras (ESP). A 2 minutos, los perseguían Vansummeren y Kaisen (BEL), Offredo (FRA), Paolini (ITA) y Clarke (AUS).
Mientras, por detrás, las cosas se complicaban para algunos. una caída en la cola del pelotón mermaba las posibilidades de muchos. Bélgica se quedaba sin su esprinter puro, Greg Van Avermaet -que siguió en carrera- y Frank Schlek (LUX) tenía que abandonar minutos después debido a un golpe en la mano. El vigente campeón Thor Hushovd (NOR), el alemán Tony Martin y el español Luis León Sánchez se quedaban cortados y por consiguiente, sin posibilidades de volver al grupo principal.
A 4 vueltas para el final, los escapados -ya agrupados con los persegudiores- mantenían una ventaja de 1 minuto con el pelotón. Mermados por el paso de los kilómetros, alguno corredores se retiraban. Vicent Reynés (ESP) o el colombiano Leonardo Duque eran algunos de los ejemplos. En ese momento, los holandeses, con un equipo muy completo, se ponían a tirar en el pelotón.
Últimos intentos por evitar el sprint
A falta de 3 giros al circuito, Suiza, trabajando para su líder Cancellara, se iba hacia delante con Albasini, aunque esto no supuso más que un 'amago' de ataque. Le acompañaron en esta pequeña aventura Rodgers (AUS), Rui Costa (POR) y Lokvist (SUE). No sirvió de mucho, solo para acercarse a unos escapados que ya eran 'pan comido' para el pelotón. También lo probaron el anfitrión Bak (DIN) y el francés Roux (FRA), que volvía a intentarlo.
La última fuga del día la protagonizaron el protagonista del Tour, Thomas Voeckler, otro danés, Nicki Sorensen y Lodewyck (BEL). Más tarde llegaría Hoogerland (HOL), auténtico luchador sea la carrera que sea. Desgraciadamente para los cuatro, la locomotora británica ya se había puesto a trabaja por detrás. Sutton y sobre todo Cavendish estaban al acecho.
La neutralización fue inminente y la última vuelta como se esperaba, una locura. Una 'manada' de esprinters se intentaban hacer hueco. El español Juan Antonio Flecha se puso a tirar a 3 km para el final, quizás demasiado pronto. Óscar Freire se quedó detrás de un integrante del equipo australiano y en cuanto este se fue, se quedó en primer lugar y después, encerrado por los corredores que venían detrás.
Cavendish se lleva el premio gordo
Los metros finales, que 'picaban' hacia arriba, fueron sufridos por todos los velocistas. A pesar de todo, el maillot arco iris estaba esperando y Mark Cavendish consiguió cruzar la meta en primera posición para alegría de toda Gran Bretaña. El segundo, y muy cerca, fue otro de los favoritos. El australiano Matheew Goss rozó las mieles de la victoria. La foto-finish se encargó de decidir el tercero, André Greipel (ALE) se lo llevó por delante de la bestia Cancellara (SUI). EL mejor español, como ya dije, Freire noveno. Por detrás, Rojas (61º) y Barredo (68º), muy lejos de las posiciones de honor.
Con esta carrera, nos despedimos de las selecciones hasta Londres 2012, carrera que va a estar avalada por la victoria del de la Isla de Man, en el día de hoy. Después, en Septiembre, de nuevo los Mundiales. Serán en Limburg (Holanda), país al que voverán tras 14 años de ausencia (Valkemburg, 1998). Esperemos que, al menos, no sean tan llanos como los de hoy, tan llano como para correr a 45,821 km/h, segunda prueba más rápida de la histoira. Bueno, terminamos. ¡Seguiremos atentos al ciclismo!
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