Al fin ha llegado el espéctaculo. Con la llegada de los Pirineos, os 'gallos', que habían escondido hasta hoy sus armas, han aparecido con fuerza. La etapa de hoy no ha sido de ataques duros ni de grandes gestas, pero sin duda con la ascensión de puertos como el Tourmalet y Luz Ardiden, la carne se ha puesto de gallina, con solo pensar todo lo que nos queda por ver.
Hoy, entre los 176 corredores que han tomado la salida, había sentimientos de mucha variedad. Unos, como Cavendish o Greipel, se disponían ante sus enemigas las ascensiones, después de haber disfrutado como niños en las etapas precedentes. Otro como el líder Voeckler o Phillipe Gilbert, querían ver hasta donde llegaban sus fuerzas. Y por último, los Contador o Schleck, que tenían el 'gusanillo' de la emoción corriendo por sus venas.
La escapada del día, era al igual que el día de Saint-Flour, de mucha calidad. La formaban el ex-maillot blaco Geraint Thomas (Sky), Laurent Mangel (SAU), Jeremy Roy (FDJ), Biel Kadri (AG2R) y los españoles José Iván Gutiérrez (MOV) y Rubén Pérez (EUS). Lo cuatro últimos repetían aventura.
Durante la primera parte del recorrido, hasta la primera cota de montaña no hubo más sobresaltos que el sprint intermedio -con Cavendish primero del pelotón-. En este tiemo, su ventaja aumentó hasta la máxima de 8'35'' con el Europcar tirando por detrás.
Tras 131 km de etapa, llegaban las primeras rampas, las de un puerto novedoso, el Hourquette d'Ancizan cambiando la ruta que se había seguido otros años, cuando habían pasado por Col d'Aspin, una cota, en palabras de Carlos de Andrés, "muy desgastada". Por delante, excepto J. I. Gutiérrez, todos seguían al pie del cañon. El español explicaría al llegar a meta, que está pasando unos días muy malos con una gastroenteritis. Por detrás, mientras, empezaban los ataques.
El primer atrevido fue Johnny Hoogerland y sus 30 puntos de sutura. Le acompañó Sylvant Chavanel que no podía desaprovechar la ocasión de lucir el maillot francés un 14 de julio. Ya en la última parte, se les unió un compañero de los que hacen dudar, el checo Roman Kreuziguer. Los tres ascenderían hasta coronar el puerto con una diferencia de mas de un minuto con el pelotón.
La bajada de este puerto, fue como si la carretera se tratase de una pista de hielo. Primero le tocó el turno a Geraint Thomas y más tarde al líder del Tour, al que acompañaron unos cuantos más. Afotunadamente, los grupos se recompusieron y pudieron reponer fuerzas para todo lo que se les venía encima...
En la ascensión a Tourmalet, el Leopard-Trek puso todo su arsenal al frente del pelotón y esto hizo mella por detrás -quedándose gente como Tony Martin- y por delante, ya que la diferencia disminuía considerablemente. En la fuga, Thomas se marchaba ya en solitario dejando a Pérez y a Roy por detrás. El británico contaba con 30'' de ventaja con Kreuziguer, el cual había descolgado a Chavanel y a Hoogerland en las primeras rampas.
En la última parte de la subida, con Jens Voigt marcand un ritmo constante, el corredor del Saxo-Bank, Jesús Hernández atacó, lo que se podría tomar como un movimiento para favorecer a Alberto. Pero, finalmente, fue solo un amago.
Sin movimientos importantes entre los grandes en la ascensión al Tourmalet, Gilbert atacaba bajando y lo seguían Samuel Sánchez, Vanendert y Riblon. Los cuatro llegarían, acompañados de Rubén Pérez y de Kreuziguer, hasta Luz Saint Sauveur, lugar que marcaba el comienzo del último puerto.
En las primeras rampas de Luz Ardiden, Jens Voigt realizaba su último esfuerzo, dejando finalmente en solitario a los hermanos Schleck. Éstos, durante un buen rato, se pusieron uno delante y otro detrás de Contador, como si de un bocadillo se tratara. Aun así, esto no hizo inmutar al español que también salió facilmente a los 'arreones' tanto de Frank como de Andy. En ese momento, el polaco de Liquigas Szmyd lideraba el grupo, en favor de Ivan Basso.
Por delante, ya se quedaban en solitario Samuel Sánchez y Vanendert, que cuando pasaron a Thomas, se convirtieron en nueva cabeza de carrera. Por detrás, llegaba el primer gran ataque. Lo realizaba Frank Schleck, y nadie le siguió. De hecho, consiguió hacer camino y llegar en los últimos compases de la etapa hasta la altura de los fugados, haciendo tercero.
Reeditando la victoria de 2001 en el mismo lugar, del también corredor del Euskaltel, Roberto Laiseka, el asturiano Samuel Sánche conseguía llevarse el gato al agua ante el belga. Se nota que aprendió la lección del pasado año cuando fue superado por Andy Scheck en los últimos metros. Emocionado, levantaba los brazos al cielo en dediación a su madre y más tarde, en la entrevista oficial, se le saltarían las lágrimas, viendo cumplido su deseo tras meses, incluso años de esfuerzo.
Entre los de la general, en la llegada desparecía Contador y, por desgracia, venía retrasado. Su maltrecha rodilla le está haciendo sufrir y hoy ha perdido 13 segundos respecto a Andy. El que también ha sufrido pero ha terminado con sonrisa, ha sido Thomas Voecker que, increíblemente, mantenía el amarillo también el día de la Bastilla.
Las demás clasifiaciones sufren también muchos cambios. La montaña se queda para 'Samu', la de jóvenes para el sorprendente Arnold Jeannesson (FDJ) y la de equipos se va para el Leopard-Trek, que por supuesto tendrá muchas opciones de mantenerla hasta e día 24. Por otro lado, la regularidad sigue liderada por Cavendish.
Así pues, se ordena de una vez la general aunque aun con Voeckler de líder. Durante los próximos días, iremos dirimiendo el verdadero estado de Alberto, del cual todos confiamos que termine comiéndose el 'bocadillo Schleck'.
Un soplo de aire Fresco (por Daniel Fresco)
Tour brillante. Etapa brillante. Que grande Samu! Ataque valiente, de los que son para recordar como el de Sastre en Alpe d'Huez en 2008. Que gran victoria para él y para el equipo en el mismo escenario donde lograron la primera en el Tour para ellos con roberto Laiseka en 2001.
A pesar de todo, la etapa me deja un sabor agridulce ya que Alberto volvió a ceder tiempo y lo tiene realmente complicado. Se encuentra ahora mismo a 1:43 de su más claro rival y una etapa menos para sacar tiempo. Espero de corazón que las caídas no le hayan mermado fisicamente. Yo aún confío en el madrileño.
Y para terminar. Que mal corren los hermanos Schleck! Al menos para mí gusto. Si el jefe de filas es Andy, por qué taca Frank sacándole más tiempo a su jefe de filas y hermano? Qué pasa si otro día sea el pequeño el que decida atacar y Frank tiene la capacidad de poder seguirlo? Deja que se escape o va a por el? Así se pierden las carreras y era Andy el que hoy tenía que atacar. Y por eso, y con esto acabo, a mi modo de entender el ciclismo, Andy Schleck estuvo tan fino en el Tour 2010 porque corrió sin su hermano, con libertad y sin estar pendiente de él.
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